El cine de animación vive una época dorada gracias al lanzamiento de grandes blockbusters de estudios como Walt Disney Animation, Pixar o Illumination Mac Guff que son un auténtico deleite visual. De cara al pasado y gracias a los avances en softwares de este tipo, la forma de ejecutar estas producciones suele salir mucho más rentable que hace veinte, treinta e incluso cuarenta años gracias a la llegada del formato 3D dentro del mundo de la animación. Sin embargo, hay un estudio que, aún en pleno siglo XXI, sigue ligada a la animación tradicional en dos dimensiones y cuyas producciones siguen siendo muy exitosas no solo en Japón, sino en todo el mundo. Hablamos, como no podía ser de otro, de Studio Ghibli, el cual es considerado por muchos como uno de los mejores estudios de animación de la historia.
Fue Hayao Miyazaki quien, en compañía de su inseparable amigo y mentor Isao Takahata, fundó este estudio en 1985 produciendo proyectos cinematográficos tan reputados dentro del mundo de la animación como ‘Nausicaä del Valle del Viento’ o ‘La princesa Mononoke’. Desde entonces, tanto Miyazaki como Takahata han sido considerados como auténticos genios dentro de este noble arte y se han ganado el respeto y la admiración de todos aquellos que aspiran a trabajar dentro del mundo de la animación.
Los inicios de Hayao Miyazaki en la industria del cine
Gracias al dibujante Osamu Tezuka (considerado por muchos como el padre del manga), Hayao Miyazaki despertó su pasión por la animación y, tras terminar sus estudios universitarios, comenzó a trabajar como intercalador de movimiento en el estudio Toei Doga. Fue ahí donde poco a poco fue formándose y adquiriendo experiencia como animador. Además, también conoció allí al ya fallecido Isao Takahata, quien se convertiría en su amigo y en su maestro a lo largo de sus primeros años dentro de esta industria.
Después de trabajar en diferentes proyectos de animación (algunos tan conocidos como las series Marco, Conan o Heidi), Miyazaki dirigió su primera película: ’El castillo de Cagliostro’, una cinta en la que ya veremos el estilo artístico de este director que a tantos otros animadores ha inspirado a lo largo de los años.
Cómo se formó el Studio Ghibli
Después de ‘El castillo de Cagliostro’, Hayao Miyazaki se sentía más inspirado que nunca y fue en 1984 cuando realizó su primera película de animación tradicional como autor: ‘Nausicaä del Valle del Viento’, en ella podemos ver algunos temas que luego serían recurrentes en su carrera y que siempre han interesado a Miyazaki, como la contaminación o la guerra.
Este proyecto tuvo una gran acogida entre la crítica y, tras su estreno, Miyazaki decidió unirse a Takahata y formar un nuevo estudio de animación en 1985, donde el autor tendría libertad total para producir tus propias obras.
Obras y reconocimientos
A lo largo de su trayectoria, Miyazaki ha realizado infinidad de películas de gran belleza audiovisual con guiones cargados de una sensibilidad y de una profundidad extrema: ‘El castillo en el cielo’, ‘Mi vecino Totoro’, ‘Porco Rosso’, ‘La princesa Mononoke’…, tras este último trabajo, Miyazaki entraría en una nueva etapa como autor y realizaría obras tan memorables como El Viaje de Chihiro (con la cual ganó el Óscar en 2002) o El Castillo Ambulante.
Todas estas películas de animación tradicional gozan de una gran valoración por parte de los amantes de este arte y con ellas Hayao Miyazaki ha ganado multitud de premios y se ha consagrado como uno de los autores más influyentes dentro de esta industria.
Así se trabaja en el Studio Ghibli
A día de hoy muchos jóvenes animadores sueñan con formar parte de uno de los estudios más valorados de la industria. El entorno creado por los integrantes del Studio Ghibli fomenta un ambiente creativo para que todos puedan trabajar sin perder la motivación manteniendo siempre prendida la llama de la imaginación. Muy pocos estudios utilizan las detallistas técnicas que Studio Ghibli pone en práctica en sus producciones ya que, lejos de usar softwares digitales, muchos de los procesos siguen realizándose de forma tradicional y usando diferentes acuarelas para crear planos increíblemente bellos.
Sin embargo, muchos trabajadores afirman que trabajar con Miyazaki hace daño, ya que se trata de un director muy, muy exigente y, como algunos han comentado, la presión a la que son sometidos los trabajadores de Studio Ghibli puede llegar a ocasionar problemas para la salud.
Retirada de Miyazaki en 2013
Tras el estreno de ‘El viento se levanta’ en 2013, Miyazaki había anunciado su retirada de la industria. Aunque no era la primera vez que el director japonés anunciaba su retiro, parece ser que esta vez iba a ser definitivo. No obstante, no hace mucho Miyazaki decidió volver al mundo de la animación como nunca antes lo había hecho: adentrándose en el terreno del CGI. Sumergirse en este tipo de animación renunciando a esas técnicas tradicionales que tanto caracterizan su estilo hacen que esta nueva etapa sea el auténtico resurgir del director que muchos de sus seguidores estaban esperando.